Acúfenos
Los acúfenos o tinnitus a menudo son descritos simplemente como pitidos en los oídos o ruidos en la cabeza. Los sonidos escuchados en uno o ambos oídos se describen por las personas de distintas maneras. Para algunos son pitidos de alta frecuencia, sonidos de riachuelos, ruidos de cascadas, silbidos, sonidos parecidos a los provocados al escuchar una concha de mar. Los acúfenos pueden ser leves, percebibles sólo en habitaciones silenciosas, o pueden ser tan elevados y molestos que la persona no pueda escuchar nada más. Pueden ser persistentes, intermitentes o vibrantes, dependiendo de la causa. Mientras que los acúfenos no causan desórdenes auditivos, pueden acompañarse de pérdida auditiva y otros síntomas de oído como presión, maréos o vértigos. A menudo ocurren aisladamente.
Algunas de las causas principales son:
Corregir las causas tratables del acúfeno (por ejemplo cerumen, alergias, infecciones, sífilis) a menudo mejora la situación. De todos modos, cuando la causa es desconocida, o cuando los ruidos en la cabeza parten de la cóclea, el nervio auditivo, o el cerebro, el tratamiento es más difícil. La mayoría de medicaciones o procedimientos quirúrgicos no han tenido exito. Debido a la directa relación entre el mecanismo auditivo y el sistema nervioso, se recomienda a los pacientes que sufren de tinitus evitar situaciones de tensión, fatiga y estimulantes. Sedantes y ejercicios de relajación pueden proporcionar mejoras temporales. El otro único acercamiento que ha conseguido algún resultado es enmascarar el acúfeno (enmascarar los pitidos con otros sonidos) con el fin de distraer la concentración del individuo en el acúfeno. Otros tratamientos a explorar son la terapia cognitiva y la TRT.
Debido a que el acúfeno puede ser el síntoma de un desorden mucho más serio, es importante determinar la causa antes de tratarlo. Si usted padece acúfenos, le recomendamos que se dirija a un médico especialista (otorrinolaringólogo) lo antes posible.