Fisiología
La fisiología de la audición se divide en función del tipo de acción que realizan los distintos órganos que intervienen en la audición:
A continuación detallamos las funciones de los distintas partes
con una imagen sencilla de comprender:
FISIOLOGÍA DEL OÍDO EXTERNO
Protege el oído, conduce el sonido y amplía las ondas sonoras (frec 5 KHz y 6 KHz).
Transmite el sonido hacia el tímpano y provoca un efecto de resonancia en agudos (frec de 2KHz a 4 KHz) al mismo tiempo que protege el oído gracias a su forma sinusoidal.
FISIOLOGÍA DEL OÍDO MEDIO
Este conjunto amplía las presión y la fuerza de la vibración sonora que llega a través del conducto auditivo externo hasta la ventana oval (entrada de la cóclea), sobretodo en frecuencias graves hasta 1.500 Hz.
Es un reflejo que actúa como sistema de protección del oído interno y controlador de la presión sonora en graves.
Su función es nivelar las presiones del oído medio con el exterior y permitir la salida de mocusidad hacia la rinofaringe.
FISIOLOGÍA DEL OÍDO INTERNO
Es el órgano receptor de los estímulos mecánicos percibidos y ampliados por el oído medio. Su estimulación está ligada a la forma de la cóclea y a las propiedades físicas del sonido. La distribución tonotópica del sonido a lo largo de las dos vueltas y media de la cóclea constituye un primer filtro para la entrada del sonido y su correcta distribución hacia las vías auditivas. Tenemos una estimulación de la frecuencia en la zona de máxima vibración, contracción de las células ciliadas y transducción de las células ciliadas hacia el cerebro.
FISIOLOGÍA DEL NERVIO ACÚSTICO
Son las fibras nerviosas que mandan la señal acústica a niveles superiores.
FISIOLOGIA DE LA CORTEZA CEREBRAL
Dónde se procesa toda la información que ha llegado desde los ambos oídos. Nuestro cerebro interpreta las señales y nos indica que, por ejemplo, el timbre sonó, o que palabras están siendo habladas. Muchas cosas ayudan a determinar exactamente lo que oímos, pero es la combinación de frecuencias que dan los diferentes sonidos su característica distintiva. La fuente, la dirección y el volumen del sonido son otras pistas que usa el cerebro para descifrar los mensajes.