La pronta intervención previene que nuestro cerebro olvide que es lo que debe hacer con el sonido.
Con el paso del tiempo, la reducción de la estimulación puede deteriorar la habilidad del cerebro de procesar el sonido y reconocer el habla. Una vez que se produce un deterioro del reonocimiento del habla, éste sólo puede ser parcialmente recuperado con los audífonos y las ayudas técnicas.
La pronta intervención ralentiza el declive cognitivo y los problemas de comunicación.
Cuando no se puede oír lo que suede a nuestro alrededor, esto contribuye a reducir nuestra agudeza mental y nuestras habilidades comunicativas.
La pronta intervención incrementa la efectividad de los audífonos y ayudas técnicas.
Cuanto antes se usen los audífonos, más confortables son para el usuario, y más sencillo es aprender a sacarle el máximo provecho. Cuando el mundo se ha vuelto silencioso durante mucho tiempo, cuesta más tiempo adaptarse otra vez a oír los sonidos ambientales como aires acondicionados, pisadas, ruidos de electrodomésticos.